La planta de la zanahoria originalmente era venenosa. Lo que lees. Agricultores franceses y alemanes necesitaron varias generaciones de cruces y diferentes métodos de selección hasta que lograron neutralizar sus propiedades tóxicas y convirtieron su raíz en la inocua y fresca fuente de vitaminas que conocemos hoy en día.
Además, la zanahoria no era naranja. De hecho, las zanahorias originales eran moradas por fuera y amarillas por dentro. Pero, igual que a través de una serie de cambios se consiguió que dejara de ser venenosa, en el siglo XVI los holandeses lograron varios tipos mejorados, todos de color naranja. En realidad no está claro que eligieran ese color para honrar a la monarquía que reinaba en el país en aquel momento, aunque seguramente no fue casual.
Las zanahorias contienen vitamina A o retinol, y es verdad que eso es muy bueno para la vista pero en exceso no consigue que uno se convierta en un mutante con visión nocturna. El mito proviene de una estratagema del ejército británico para despistar a los alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Los ingleses les hicieron creer que sus soldados habían desarrollado una capacidad excepcional para detectar bombarderos nazis en mitad de la noche a base de atiborrarse de zanahorias. Los cierto es que los radares tuvieron bastante que ver, pero los alemanes se tragaron la historia.