Tanto los niños como los adultos necesitan una dieta de alta calidad, pero alimentar a los niños pequeños hace una gran diferencia para toda su vida. Los primeros 1.000 días de la vida de un niño –desde la concepción hasta la edad de dos años– son vitales para un desarrollo adecuado.
La desnutrición no solo tiene efectos físicos, sino que también lleva a retrasos en el desarrollo de las habilidades cognitivas. Los niños con desnutrición no progresan tan bien en la escuela y esto tiene consecuencias para el resto de sus vidas.
Esta es la razón por la cual investigaciones para el Copenhagen Consensus Center muestran que gastar dinero para mejorar la nutrición es una inversión fenomenal en todo el mundo, porque la nutrición temprana, que tiene un bajo costo, puede dar beneficios sustanciales para toda la vida.
Esta institución demostró llevó a cabo un proyecto en profundidad que analizaba las prioridades para Bangladesh, examinando 76 oportunidades de desarrollo. Bangladesh ha tenido un éxito considerable en la lucha contra el hambre, pero hay más trabajo por hacer. El retraso del desarrollo afecta allí a alrededor de 6 millones de niños menores de cinco años, disminuyendo el desarrollo cognitivo y llevando a peores resultados de salud, desempeño escolar y productividad. La investigación del Copenhagen Consensus estimó que si estos suplementos fueran entregados a todos, el retraso del desarrollo bajaría de 36 por ciento al 29 por ciento, evitándolo en aproximadamente 450.000 niños.
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