Estrella de las frutas de verano junto a su prima lejana la sandía, el melón endulza nuestros postres con su sabor, nos ayuda a hidratarnos con su alto contenido en agua y a refrescarnos cuando aprieta el calor.
El melón es una de las frutas más típicas de las neveras de cualquier domingo de playa a lo largo y ancho de la costa. De la familia de las cucurbitáceas, primo hermano del pepino y pariente lejano de la sandía, el melón es un fruto que tiene su origen en Asia, donde se domesticó, y llegó al Mediterráneo a principios del siglo I.
Pese a que siempre ha sido una fruta estacional de verano, en la actualidad es posible encontrar melones prácticamente durante todo el año. De hecho, las variedades que se recogen en septiembre y octubre, y que suelen llamarse ‘de invierno’, pueden durar hasta las Navidades o un poco más allá.
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