Más de 44.000 españoles murieron en España en 2016 por enfermedades cardiovasculares derivadas de una mala alimentación. Es decir, que podrían haberse prevenido y evitado. Este dato tan impactante lo acaba de sacar a la luz un estudio liderado por la Universidad Martin Luther Halle-Wittenberg, en Alemania, que se ha publicado en ‘European Journal of Epidemiology’. La investigación se centra en la relación directa entre nutrición y enfermedades cardiovasculares en los distintos países europeos. En todo el continente durante el año analizado, 2016, fallecieron por estas enfermedades 4,3 millones de personas y de ellas 2,1 millones tuvieron su causa inicial en una dieta inadecuada.
A pesar de que los datos en España son apabullantes, conviene relativizar, sobre todo si tenemos en cuenta que nuestro país tiene la cota más baja (junto con Israel) de fallecidos por este tema, 43 personas por cada 100.000, mientras que por ejemplo en Bulgaria esta cifra se eleva a 260 por cada 100.000.
El 80% de los hombres y el 55% de mujeres tendrán sobrepeso u obesidad en 2030 en nuestro país si no lo remediamos la tiempo.