FASEB Journal, una revista científica relacionada con las biociencias experimentales sugiere que el resveratrol de la uva contrarresta eficazmente los efectos negativos de una vida sedentaria sobre el organismo. Y que su consumo tiene beneficios similares a la práctica de ejercicio físico. Además, en la piel de la uva abunda la melatonina, una hormona que también produce el cerebro humano y que regula los ciclos de sueño, aumentando al llegar la noche. Eso explica por qué el vino produce somnolencia.
El zumo de uva Concord (Vitis labrusca) es el jugo de frutas que más antocianinas contiene, un componente que ayuda a mantener el corazón sano y mejora la circulación. Además, beber un vaso de este brebaje púrpura al día podría proteger al cerebro del envejecimiento, según un estudio publicado en la revista Journal of Agricultural and Food.
4. Tomar el sol es más seguro si consumimos uvas, ya que esta fruta contiene compuestos antioxidantes, llamados flavonoles, que protegen a las células de la piel frente a los rayos ultravioleta, según demostró hace poco un estudio científico español.