Podemos decir que estamos en época de pimiento, aunque no siempre fue así, pues hasta 1493, cuando Cristobal Colón lo trajo desde América, éste era un producto desconocido para nosotros. Pertenece a la gran familia de las Solanáceas y una vez descubierto su cultivo y su uso se empezaron a difundir rápidamente por toda España, Europa y al resto del mundo.
En 2019, España fue el sexto país del mundo que más pimiento produjo. Y la Región de Murcia, junto con Andalucía, fueron las principales áreas de cultivo.
Composición del pimiento rojo y del pimiento verde, lo más usados
Consumir pimiento en cualquiera de sus variedades tiene numerosas ventajas, pero existen más de 2.300 tipos de pimiento por lo que nos centraremos en dos de los más consumidos: el rojo y el verde.
El pimiento rojo es rico en vitamina C y vitamina B6. Además, contiene cantidades notables de vitamina A en forma de β-carotenos, potasio, ácido fólico y fibra. El color rojo del pimiento se debe a los pigmentos carotenoides siendo los más importantes la capsantina y la capsorrubina. Por otro lado, el pimiento verde se caracteriza por un alto contenido de vitamina C y un contenido apreciable de vitamina A en forma de β-carotenos, de potasio y de fibra.
La vitamina B6 está implicada en el metabolismo proteico, descomponiendo las proteínas. Por lo que, a mayor ingesta de proteínas, mayor necesidad de vitamina B6. Además, está involucrada en la síntesis de hemoglobina, que se encarga de transportar el oxígeno hasta los tejidos, y está relacionada con la función cognitiva e inmune. La vitamina A que contiene el pimiento se encuentra en forma de carotenos, siendo los más abundantes los β-carotenos que tienen una actividad antioxidante. El pimiento cuenta con cantidades apreciables de fibra, así como muchas otras verduras, ayudando a mejorar el estreñimiento.
Además, el pimiento no es sólo la verdura que más contenido de vitamina C tiene, sino que también supera a la tan afamada naranja. El pimiento rojo contiene 152 mg de vitamina C por cada 100 g de porción comestible y el pimiento verde 131 encontrándose ambos por encima de la naranja que cuenta con 50 mg.
Por qué pican algunas variedades
Las variantes de pimiento picantes contienen un compuesto denominado capsaicina que es el que aporta el picante a estas solanáceas. Se trata de una sustancia irritante que tiene una acción antibiótica natural y un efecto analgésico. El efecto analgésico se debe al parecer a la capacidad que tiene la capsaicina para reducir la disponibilidad del mensajero químico del dolor, la sustancia P. Sin embargo, los pimientos dulces no contienen capsaicina.
Curiosamente, la capsaicina también tiene un papel importante en la planta. El hecho de que provoque sensación de quemazón e irritación tiene el propósito de alejar a los mamíferos de la planta y evitar que se coman los frutos. Sin embargo y de manera muy inteligente por parte de la naturaleza, los pájaros no reaccionan a esta sustancia y pueden alimentarse de los frutos. Así, las semillas pueden esparcirse por medio de las heces de las aves, las cuales recorren distancias más grandes que los mamíferos y así aumentan las probabilidades de sobrevivir de la planta.
Algunas variedades de pimiento
Como hemos apuntado, existe una gran multitud de variedades de pimiento que, además, se utilizan de formas muy diferentes en la cocina.
El pimiento Lamuyo es el más consumido en España. Es un pimiento alargado y cuadrado perfecto para hacerse asado con un poco de aceite y sal. Después de asarlo se puede utilizar para hacer ensaladas, tostas e incluso para comerlo solo.
Otra variedad muy conocida es el California. Este es algo más corto y cilíndrico. Normalmente lo encontramos en el supermercado en un paquete de tres (uno verde, uno rojo y otro amarillo). Es perfecto para rellenarlo ya que su estructura ayuda a que no se vuelque. Esto se puede hacer con muchos alimentos saludables, como arroz, pollo, pavo, queso y una infinidad de verduras.
Tanto el pimiento Lamuyo como el California pueden usarse para todo tipo de recetas y cocinarse de muchas formas diferentes además de las comentadas con anterioridad: en crudo, en ensaladas templadas, salteados, en guisos, como acompañamiento… y en un sinfín de platos.
Los pimientos de Padrón son una variedad de pimiento pequeño y verde originarios de Galicia que como dice el refrán gallego: “os pementos de Padrón, uns pican e outros non” (los pimientos de Padrón, unos pican y otros no). La forma tradicional de cocinarlos es a la plancha con un buen aceite de oliva, para después ponerle un poco de sal gruesa y a disfrutar.
También es muy conocido el pimiento del Piquillo, con una forma cónica y alargada producido en Navarra. Se pueden preparar rellenos, ya sea de atún, bonito o queso crema, se pueden añadir a ensaladas o como acompañante de una buena tortilla de patatas.
Definitivamente, sea la variedad que sea, el pimiento es un alimento muy versátil, sabroso y con micronutrientes necesarios para el organismo. Así que, no olvides incluir esta deliciosa verdura en tus recetas y acompañarla de muchas otras para crear platos diferentes, saludables y exquisitos, llenos de color y sabor.