En los últimos años se ha producido “un incremento de la obesidad infantil y un aumento alarmante del número de niños hipertensos. De aquí que se ha de trabajar desde la familia, el colegio y los servicios sanitarios para incidir en la importancia de la prevención de este importante problema de salud”, explica el doctor Calvo San Juan de IMQ.
Hasta hace unos años, la prevalencia de la hipertensión arterial (HTA) “era baja en la población general pediátrica”. Sin embargo, la tasa “se triplica o cuadriplica en niños con obesidad, diabetes, HTA enmascarada o en los intervenidos de coartación aórtica”.
Entre los niños hipertensos “destaca la obesidad en un 57,14%, definida ésta como un índice de masa corporal (IMC) superior al percentil 96, y un 28,57% niños con riesgo de sobrepeso, definido como un IMC situado entre el percentil 85 y el 95”. Se considera una presión arterial normal una sistólica o diastólica los datos inferiores al percentil 90 para una determinada edad, sexo y talla.
Para combatir este “asesino silencioso”, como así es conocida la hipertensión arterial, se recomienda, de manera general, reducir la ingesta calórica total (comer menos), disminuir la ingesta de grasas saturadas y aumentar la ingesta de frutas, verduras, cereales, legumbres y pescados. Seguir una dieta sana, variada y equilibrada.
Especialmente, en el caso de los jóvenes, se recomienda vigilar el consumo de refrescos edulcorados y carbonatados, por su alto contenido, en muchas ocasiones, en azúcares, así como la bollería industrial (alta en grasas saturadas), y los aperitivos o snacks con alto contenido en sal.
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