La mayoría de la gente tira la corteza de la sandía, pero trate de ponerla en una licuadora con un poco de jugo de limón y hará una refrescante bebida saludable. La corteza no sólo contiene gran cantidad de clorofila que promueve la salud y calidad de la sangre, sino también contiene más del aminoácido citrulina que la carne rosada. La citrulina se convierte en arginina en los riñones, y este aminoácido no solo es importante para la salud cardiaca y el mantenimiento de su sistema inmunológico, sino también ha demostrado tener un increíble valor terapéutico en más de 100 condiciones de salud. Mientras que muchas personas prefieren variedades de sandía sin semillas, las semillas negras de la sandía son comestibles y en realidad bastante saludables. Contienen hierro, zinc, proteínas y fibra. (En caso de que se lo pregunte, las sandías sin semillas no son transgénicas, ya que son el resultado de la hibridación).