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La ciruela: del viejo Caúcaso a la huerta de Murcia 

Las ciruelas (Prunus domestica) son unos frutos redondos carnosos y jugosos que son conocidas por facilitar el correcto tránsito intestinal, pero además poseen muchísimas propiedades nutricionales que cuidan y protegen a nuestro organismo como su alto contenido en vitaminas A, C, B1, B2, B3, E y K. Posee minerales como el fósforo, sodio, hierro, magensio y calcio; así como fibra y gran cantidad de agua.

Gracias a todos estos compuestos, son una fruta muy rica en antioxidantes y nos ayuda a fortalecer el organismo.

El origen de la ciruela parece remontarse a las zonas del Cáucaso, Anatolia (área de la actual Turquía) y Persia (actual Irán). A través de los escritos de historiadores griegos y romanos sabemos que esta fruta era tratada como salvaje por los primeros y que los segundos ya conocían diferentes variedades. 

En la Región de Murcia, a mediados del siglo XX, se cultivaba en huertas tradicionales de la vega del río Segura, ya que necesitaba de suelos profundos y con cierta humedad. Gracias a la introducción del regadío en el último cuarto de siglo se extendió a otras zonas, incluyendo montes roturados alejados de los cursos de agua fluviales. Destacan cinco municipios con una densidad de ciruelos y producción elevadas.